Osalan ha publicado el Informe Anual sobre Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales 2018 que nos recuerda “la imperiosa necesidad de profundizar en la integración de la prevención en la cultura de todos y cada uno de los componentes de nuestra sociedad”.
El número total de accidentes de trabajo con baja en jornada laboral notificados a la autoridad en 2018 fue 29.879, un 1,3% más que en 2017; de los que 29.685 fueron leves; 162, graves y 32, mortales. Sin embargo, en relación a la cifra total de población trabajadora, el índice de incidencia se redujo de 38,01 a 37,55 accidentados/as con baja por cada 1.000 trabajadores/as, es decir, disminuyó un 1,2%. Por otra parte, la evolución de la tasa de incidencia de EP en el periodo 2011-2018 muestra una disminución conjunta del 17% aunque, también, un comportamiento dispar por sexos: mientras entre los hombres cae un 25%, entre las mujeres aumenta un 19%.
La mejora de estos datos de siniestralidad requiere, en opinión del director general de Osalan, Alberto Alonso, la “participación activa” de todos los agentes sociales para lograr los “avances necesarios en la seguridad y salud en el trabajo”. “Es imprescindible -remarca- que los empresarios sean proactivos y conviertan la prevención en una parte consustancial de la gestión diaria en sus empresas. También destaca la necesidad de “contribuir a la normalización e incorporación natural de las conductas seguras y saludables en el trabajo”.